La mamografía digital directa utiliza una cámara digital especialmente diseñada y una computadora para producir una imagen que se muestra en una pantalla de alta resolución. Aunque la mamografía digital es una de las tecnologías más avanzadas disponibles en la actualidad, es solamente una fotografía en dos dimensiones de la mama.
Debido a que la mama está compuesta de cavidades de tejido denso rodeadas de grasa, cuando se saca una radiografía, crea una imagen similar a la bruma. El tejido superpuesto en la imagen dificulta ver los puntos pequeños, llamados microcalcificaciones, y otros signos sutiles de cáncer precoz. En algunos casos, el radiólogo puede solicitarle que regrese para realizar un examen de seguimiento, como por ejemplo una mamografía de diagnóstico para descartar algún área sospechosa.